LIBROS PARA ENTRETENER Y PENSAR

Para descubrir el sentido de tu vida, necesitas consultar a tu propia conciencia, desestimar todo lo que oscurezca tu libre visión y dejarte abrazar por la idea de que tu bien depende del bien de todos. Será entonces cuando percibirás un destello de la luz que necesitas hasta llegar a comprender que la libertad, a la que aspiras se alimenta del amor universal. “Ama y haz lo que quieras” es la consigna que se tomó para sí mismo San Agustín, un hombre que amó mucho en todos los órdenes de la vida terrena hasta que descubrió aquello de que “nos creaste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descansa en Ti”.

jueves, 28 de diciembre de 2023

FABIO ZAPICO RAMÍREZ APRENDIENDO A BIEN VIVIR

 

Con la libertad y la prisa de quien, gracias a Dios, ya ha cumplido noventa años, el autor renueva una novela con vivencias, reflexiones y fantasías cuyo relato repite mucho de lo escrito en otros libros suyos, especialmente, el ensayo “España, una obra inacabada” (2014) y  novelas como “Corazón de Alcachofa” (2018) o “Iberindia tierra para la Libertad” (2001) en un descarado e inmisericorde plagio de sí mismo.

Con ello quiere hacer valer las veces que haga falta esa responsabilidad que  a cada uno toca en relación con  los avatares de la reciente  Historia de España.

Lo hace aproximándose a la trayectoria vital de un personaje,  que pudo significar  mucho y, hasta hoy, significa poco más que nada en la política actual española; pero quién sabe si, en el futuro, las cosas irán de distinta manera. Habéis de saber que, sin desanimarse por sus repetidos fracasos, Fabio Zapico Ramírez sigue en el empeño  por  derribar todo lo que entorpece el camino hacia el pleno desarrollo de lo que España puede y debe ser sin salir del marco democrático establecido por la  Constitución de 1978.

Sabemos que España es una Monarquía Democrática,            heredera de un Régimen que algunos siguen calificando de férrea dictadura y que el relator prefiere recordar como singular caudillaje de una España que estuvo a punto de ser un privilegiado puente de lo peor del viejo imperialismo soviético con el resto del Mundo.

No estará de más que mucho de lo que se dice en el presente libro nos lleve al apasionante compromiso de mejorar lo mejorable. ¿Será porque, con lo que el autor ha copiado de su maestro, el P. Plazaola, de Aristóteles y de otros sabios, podemos llegar a ver la  Política como  el  Arte Arquitectónico de la Sociedad?


CONTENIDO

      Introducción: Apuntes de Memoria Histórica,  1.- Política, trabajo y vida familiar en Tierra de Campos,  2.- A la búsqueda de la razón histórica de  España,  3.- La abuela feminista,  4.- Sucedió el 19 de noviembre de 1933,  5.- Desde el llamado Bienio Negro al Frente Popular,  6.- A expensas de una guerra entre hermanos,  7.- Entre el panenteísmo y el Catecismo Patriótico,  8.- El difícil camino hacia la paz y la razón,  9.- La España de Franco ante Hitler y Mussolini, 10.- Curiosas vivencias de un fantasioso aprendiz de Caudillo, 11.- Romántico e indisciplinado seminarista, 12.- Fugaz amor de Fabio por Ramona, 13.- La vocación política de un tornero fresador, 14.- Referencia a Franco y su circunstancia, 15.- Sucedió tras el fallido intento de cruzar el Bidasoa, 16.- El fenómeno Evita Perón y el Movimiento Nacional, 17.- Diversos empleos, fracasado proyecto matrimonial y otros avatares, 18.- Sobre la armonía entre responsabilidad y libertad, 19.- Al encuentro con los veteranos de la Guerra Civil Española, 20.- Ilustrativas experiencias sobre el ser o no ser,  21.- Reuniones sobre Marx y el Marxismo, 22.- Ocurrió el 22 de noviembre de 1962, 23.- Testigo directo del revolucionario Mayo Francés del 68, 24.- Diálogos en el tren de regreso a España, 25.- Una España renovada, la familia y un libro, 26.- Nuevos desafíos en el camino hacia la España  postfranquista, 27.- En la etapa final del Caudillismo, 28.- Franco ha muerto, viva la Transición, 29.- Sobre la Democracia y la Constitución Española, 30.- Pasado y desafiante futuro en la titubeante trayectoria de la Hispanidad, El autor y sus fuentes,  

 

viernes, 1 de diciembre de 2023

GUERRA Y PAZ ENTRE HERMANOS

 

GUERRA Y PAZ ENTRE HERMANOS  es, ni más ni menos, descarada copia del GUERRA Y PAZ de León Tolstoi, insuperable testigo de su tiempo, al cual escandalizó el hecho de que Napoleón Bonaparte, un “pobre hombre” (en el peor sentido de la palabra), se hubiera atrevido a desafiar a la Madre Rusia. Al respecto nos dice el señor Urueta:

León Tolstoi, en el epílogo de su novela Guerra y Paz, razona sobre la excesiva importancia que los historiadores de su época daban a los protagonistas de la Historia, a sus decisiones, a sus aciertos y errores. Ve más conforme a la lógica que estos personajes son condicionados por la conciencia de los pueblos, las masas de personas que se mueven a impulsos de multitud de vínculos comunes, casi infinitesimales, que son variables y sensibles a los cambios naturales y científicos.

Pero, entre los millones de pequeños acontecimientos que generan e impulsan los siguientes, no todos poseen la misma fuerza determinante. Los hay más pujantes que otros, los hay autodestructivos y los hay expansivos.

Desde el punto de vista histórico, la identidad de un país no es un concepto exento de contenido. Lo tiene porque emana de identidades que cabe observar en conjuntos menores, hasta llegar al individuo. Igualmente, el concepto belleza, aunque se dice relativo, no por ello deja de ser fácilmente sentido. Los antiguos asociaban belleza con verdad y ésta, a su vez, con conocimiento; yo me conformo con armonía, veracidad y opinión.

Iniciando el análisis a partir de estos conceptos, la extrañeza de que España dominase gran parte de América durante tanto tiempo está relacionada con la impresión que produce nuestro país cuando se compara con naciones al norte de los Pirineos. En la armonía y la belleza son figuras esquivas, púdicas y huidizas, a diferencia de los países al norte de los Pirineos, donde es la fealdad la que se esconde y avergüenza.

Del mismo modo, la Historia de España abunda en episodios, crueles y fratricidas. Los aspectos precursores y solidarios se encuentran en rincones; como arrumbados. Un historiador proveniente de otra galaxia, se detendría a estudiar con más detalle los acontecimientos ocurridos en Hispanoamérica y su relación con la Metrópoli, que a las peleas internas y, en cierto modo, domésticas, ocurridas en la piel de toro.

Si fuera cierto, como creo, que España, ha sido un país menos rico y avanzado en investigación que los situados al norte de su frontera, también lo sería que, en términos de sabiduría política y gestión de territorios, España fue superior a sus vecinos hasta finales del siglo XVIII. Esta disparidad entre ciencia y administración produce un efecto de deslumbramiento en el observador, un sentimiento de sorpresa y hallazgo, tanto más sensible cuanto mayor es el contraste.

Ocultos en el devenir histórico que va desde el Descubrimiento de América hasta la segunda década del siglo XIX, hubo elementos de política creativa con suficiente poder de cohesión para mantener unido ese conjunto de pequeños acontecimientos de que hablaba Tolstoi. Era preciso que el tejido de hilos iguales y alineados mostrase, de vez en cuando, las líneas imaginadas por el sastre responsable de la vestimenta, desaliñada para unos y manto de púrpura para otros.

Me apresuro a añadir que el resultado de mis pesquisas podría parecer una osada simplificación, además de discutible. Pero, al igual que toda metáfora ofrece algo de lúdico y sociable, así la recreación de los movimientos de la Historia invita a expresar nuestras opiniones cuando no coinciden con lo que leemos.

Poco o “mucho” que añadir,  sino es invitaros a leer el libro “¿Por qué duró tanto la presencia de España en América”,  luego de echarle una ojeada al presente que, como habéis visto, lleva por título GUERRA Y PAZ ENTRE HERMANOS.


sábado, 5 de noviembre de 2022

Antes y después de 2112

 Ante  la consideración de lo que está sucediendo y puede ocurrir en un Mundo tan condicionado por la progresiva globalización de venturas y desventuras humanas, el relato nació en la mente de un octogenario, que  escribe al hilo de los mejores deseos para sus nietos y alguna otra generación que venga detrás, siempre procurando no salir de la esfera de lo posible, cual es la venturosa eventualidad de que ya estemos viviendo en la tercera y definitiva etapa de la Historia de la Humanidad.

Confiesa el relator que eso de la tercera y definitiva etapa de la Historia de la Humanidad es, en buena parte, una idea copiada de lo escrito en el siglo XII de nuestra Era por el beato Joaquín de Fiore (1135-1202), un piadoso personaje que, por un misterioso privilegio y a través de la niebla de las limitaciones humanas, vio lo que había de ocurrir siglos después de su paso por la Tierra. Al respecto, no faltan estudiosos de la Historia que aprecian claro paralelismo entre lo relatado por ese beatificado monje y la interpretación que, según la Biblia, el profeta Daniel hizo de aquel famoso sueño de Nabucodonosor:

¿Podrás tú hacerme entender el sueño que vi, y su interpretación? Daniel respondió delante del rey, y dijo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos lo pueden enseñar al rey. Mas hay un Dios en el cielo, el cual revela los misterios, y Él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. Tu sueño, y las visiones de tu cabeza sobre tu cama, es esto: Estando tú, oh rey, en tu cama subieron tus pensamientos por saber lo que había de suceder en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de suceder. Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino por aquellos que debían hacer saber al rey la interpretación, y para que tú entendieses los pensamientos de tu corazón. Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas de hierro; sus pies, en parte de hierro, y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fue también desmenuzado el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y se tornaron como tamo de las eras del verano; y los levantó el viento, y nunca más se les halló lugar. Mas la piedra que hirió a la imagen, vino a ser una gran montaña, que llenó toda la tierra. Éste es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fortaleza y majestad. Y todo lo que habitan los hijos de los hombres, bestias del campo y aves
del cielo, Él los ha entregado en tu mano, y te ha dado dominio, sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino menor que tú; y otro tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y pulveriza todas las cosas, y como el hierro que quebranta todas estas cosas, desmenuzará y quebrantará. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero, y en parte de hierro, el reino será dividido; mas habrá en él algo de fortaleza de hierro, según que viste el hierro mezclado con el barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro, y en parte de barro cocido, en parte será el reino fuerte, y en parte será frágil. En cuanto a lo que viste, el hierro mezclado con el barro, se mezclarán por medio de simiente humana, mas no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.

Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un Reino que jamás será destruido, y este reino no será dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, y él permanecerá para siempre. De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual desmenuzó al hierro, al bronce, al barro, a la plata, y al oro; el gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación. (Dan. 2, 26-45)

Para el citado beato Joaquín de Fiore, el Reino que jamás será destruido, no pudo ser otro que el Reino de Dios, percibido por los hombres y mujeres de buena voluntad y desarrollado en la Historia en lo que él tres sucesivas épocas: la Época del Padre que fue desde Abraham hasta Jesucristo, la Época del Hijo, iniciada por este mismo, es decir por Jesucristo, y prolongada en el tiempo necesario para poder ser tenida en cuenta por una apreciable parte de la Humanidad y la Época del Espíritu Santo, que enlaza con la Época del Hijo y que, hasta el fin de los tiempos, se ocupa de iluminar nuestra inteligencia para que caminemos hacia la Verdad todos y cada uno de nosotros, es decir la multitud de seres humanos que poblamos el ancho mundo, desde las más populosas ciudades hasta el más escondido rincón.

Los católicos creemos que, a Juan, el discípulo amado de Cristo Jesús, le llegó el adelanto de una realidad que, de forma simbólica, nos dejó descrita de la siguiente manera:

Y vi un cielo y una tierra nuevos; porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado, y el mar no existía ya más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una novia ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos, y será su Dios. Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho es. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente. El que venciere, heredará todas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Y el material de su muro era de jaspe; y la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; el quinto, ónice; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Y las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente. Y no vi templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo de ella. Y la ciudad no tenía necesidad de sol ni de luna para que resplandezcan en ella; porque la gloria de Dios la iluminaba, y el Cordero es su luz. Y las naciones de los que hubieren sido salvos andarán en la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Y sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Y traerán la gloria y la honra de las naciones a ella. Y no entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación o mentira; sino sólo aquellos que están escritos en el libro de la vida del Cordero Y me mostró un río puro de agua de vida, límpido como el cristal, que provenía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la calle de ella, y de uno y de otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán; y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lámpara, ni de luz de sol, porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán por siempre jamás. Y me mostró un río puro de agua de vida, límpido como el cristal, que provenía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la calle de ella, y de uno y de otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán; y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lámpara, ni de luz de sol, porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán por siempre jamás. Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben acontecer en breve. He aquí, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. Y yo Juan vi y oí estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Y él me dijo: Mira que no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es sucio, ensúciese todavía; y el que es justo, sea justo todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. Y he aquí, yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según fuere su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el postrero. Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para tener derecho al árbol de la vida, y poder entrar por las puertas en la ciudad. Mas los perros estarán afuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira. Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, y la estrella resplandeciente de la mañana. Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente. Porque yo testifico a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro. El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente vengo en breve. Amén, así sea. Ven: Señor Jesús. a gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. (Ap. 21, 1-27; 22, 1-21)

No sin prestar credibilidad a lo que antecede y tomar en consideración a lo que se dice en parte de  capítulos que componen este relato, el avispado lector puede muy bien prepararse para un futuro del que ya se perciben algunos indicios.

REHAGAMOS ESPAÑA

 

      Con no menor fervor que los fieles concedemos a la Religión Católica, no pocos españoles otorgan al Socialismo el papel de principal apoyo de la Democracia. Nada que objetar siempre que la Democracia y el propio Socialismo no sean elevados al rango de una Religión que aspirase al absoluto dominio de las conciencias hacia un más allá de este Mundo.

Cabe esta puntualización porque a la vista está que cierto socialismo y algunas otras ideologías van bastante más allá que una convencional teoría política, que no habría de aspirar a más que la de ser reconocido como “arte arquitectónico de la Sociedad, como habría dicho Aristóteles, dejando para las religiones el referido moldeo de la conciencia de las personas.  

Por efectos de la fuerte y sistemáticamente urdida propaganda, para millones de personas, ese socialismo representa lo más importante de sus vidas, diríase que una religión y, puesto que los correspondientes ideólogos no aceptan ni trasmiten más verdades absolutas  que la de  que  no hay más realidad que lo material  y que, no siendo nosotros mismos más que una pequeña parte de la conciencia colectiva de esa “única realidad material”,  resulta harto discutible lo de apelar a la responsabilidad personal  tal como, por ejemplo, se empeñan  los voceros de la moral católica.

Cierto que, para ampliar su círculo de influencia, no falta quien atribuye al Socialismo inspiraciones no materialistas; ello sin desechar la “dogmática” raíz materialista. No puede ser de otra forma en cuanto casi todos los teorizantes socialistas coinciden en atribuirle a Carlos Marx, el materialista per se, la privilegiada paternidad de una  ideología o religión (según se mire) tan “concienzudamente”  materialista que, al analizarla en sus premisas fundamentales, no podemos menos de hablar de un extraño fenómeno ideal-materialista.

 Ya en el último tercio del siglo XIX se llamó a la herencia intelectual de Carlos Marx Socialismo Científico como contraposición a cualquier utopía social de la época. Lo de Marx era toda una concepción del Universo frente a simples proclamas  o programas de acción sobre tal o cual acontecimiento o fenómeno puntual en que se habían hecho o se hacían fuertes otros socialistas.

 Aun hoy, desde las filas socialistas, se resisten a poner en tela de juicio cualquiera de los postulados básicos de una doctrina, la marxista, que, en frase del polifacético Roger Garaudy, “ha llenado la cabeza y el corazón de millones de hombres y de mujeres”.

 Si aquello de “socialistas antes que marxistas”, que pronunciara Felipe González en el llamado “Congreso de reafirmación socialista” (Sept. 1979), pretendía abrir consecuentes caminos hacia  la formulación de una nueva “metafísica”, “ética” o “lógica” socialista por parte de los más ilustrados del Partido... , en la práctica, no ha logrado más que poner en evidencia un hecho incuestionable:  a un socialismo sin Marx le falta “carácter académico”, sobre todo si se alimenta de resistencia a los valores cristianos; a lo sumo, puede presentarse como un “materialista” programa de las reivindicaciones habituales en cualquier oposición o un catálogo de promesas de acción política. No sirve como doctrina que llene la cabeza y corazón de todos y, como diría el propio Marx, está condenado a pasar al Museo de Antigüedades.

 El Marxismo, que se llamó Socialismo Científico o, al amparo de la propaganda  soviética, Socialismo Real, es una doctrina que pretendía y aún pretende dar razón de todo: presume ser la heredera y síntesis de la Ilustración y la imprescindible guía en el  camino hacia la plenitud de los tiempos. Todo ello como si la principal diferencia entre los diversos partidos socialistas fuera simple cuestión de estrategia política y, después del rotundo fracaso de sus grandes expresiones (Materialismo Histórico-dialéctico, Repúblicas Populares, Dictaduras del Proletariado, Capitalismo de Estado, etc, etc. ) siguiera más viva que nunca la rotunda afirmación de Lenin:

La doctrina de Marx es omnipotente porque es exacta. Es completa y armónica, dando a los hombres una concepción del mundo íntegra, irreconciliable con toda superstición, con toda reacción y con toda defensa de la opresión burguesa. Es la legítima heredera de lo mejor que creó la humanidad en el siglo XIX bajo la forma de  Filosofía Alemana, Economía Política Inglesa y Socialismo Francés”.

Se nos dirá que el socialismo del siglo XXI es más político que ideológico y que, por lo tanto, se aplica a encauzar  la “realidad social” en lugar de perderse por  sofisticados laberintos de “viejas” ideas ¿no es por ese camino como ha logrado hacer socialista a la mitad de España?

Al respecto, conviene tener en cuenta que  la mayoría de los que, actualmente, se presentan a sí mismos como comunistas no dejan de intentar hacer ver que lo suyo, en cuanto marxista, no deja de ser un socialismo en estado puro.

El que esto escribe cree llegado el momento de preguntar… ¿han redundado las experiencias del socialismo en sus diversas versiones en beneficio de los españoles, incluidos los millones que se consideran a sí mismos socialistas? ¿no será que todo el aparato de presión política y propaganda se ha basado en un deliberado desconocimiento de la genuina realidad en la que nos movemos todos y que, por lo que nos toca, hemos de tratar de apreciar tal cual es?

Reconozcámoslo: para todos y cada uno de nosotros, es de vital importancia la certera respuesta a cuestiones al estilo de ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy? ¿qué puedo hacer para darle sentido a mi propia vida? ¿me hace más feliz el desoír  la más acuciante y limpia voz de mi propia conciencia?  ¿es la materia el principio y fin de todo?

Si acertamos con las debidas respuestas, bueno habrá sido el tiempo concedido a compartir o rebatir las referencias históricas, transcripciones y subsiguientes  reflexiones, las cuales, en razón del carácter que otorgamos a la doctrina socialista, nos lleva a bucear en la historia a la búsqueda y tropiezo con las raíces de un fenómeno “que llena la cabeza y el corazón de millones de personas”.


jueves, 26 de mayo de 2022

LAS IDEOLOGÍAS, LOS ESPAÑOLES Y LA DEMOCRACIA

A la vista de cómo, en la tercera década del del siglo XXI, la clase política española aborda los  desafíos de la coyuntura internacional, el autor repasa la Historia y rememora en este libro  mucho de lo ya expuesto en anteriores publicaciones suyas con el propósito de que sirvan de soporte y aliciente para renovadas reflexiones, de las que puedan derivarse los positivos proyectos de recuperación. Lo hace sin obviar su empeño por hacer ver que no pocas de  las torpezas humanas son principal consecuencia del indebido uso de nuestras propias capacidades, a lo que cabe añadir  la ignorancia, abulia o mala fe de éste o aquel gobernante.


Surge así una circunstancia histórica cuya positiva resolución requiere la prudencia, el trabajo, la libertad y la generosidad de las personas de buena voluntad. En el posicionamiento ante los desafíos de la diaria realidad, vendrá bien abordar la parte que nos toca en el pertinente encauzamiento de la Economía y el esfuerzo por recuperar extraviados valores a la par que, desoyendo las cantinelas de los vendedores de humo ideológico, perdemos la ciega esperanza en que las cosas se resolverán por sí mismas. Una Democracia con futuro es cosa nuestra; no nos viene llovida del Cielo.

 

CONTENIDO: 1º.-Ansia humana de saber más,  9.  2º.-Con Dios en la Historia, 39. 3º.-Israel en la Antigüedad precristiana, 64. 4º.-La Buena Nueva frente a envejecidas ideas  y vivencias, 84. 5º.-Amar y creer para saber más y vivir mejor, 97. 6º.-Las ideologías, espejo de fidelidades, herejías y traiciones, 122. 7º.-La Política, arte arquitectónico de la Sociedad, 149. 8º.-Seductora, rebelde y seducida España, 168. 9º.-La España romano gótica y Al-Andalus,178. 10º.-Desde la Reconquista a la Globalización Hispánica, 197. 11º.-Los príncipes mercaderes y los papas del Renacimiento,  214. 12º.-La Reforma Protestante, 242. 13º.-Los españoles y la Contra Reforma Católica,248. 14º.-Escarceos ideológicos de la Razón Insuficiente, 265. 15º.-La supuesta Ilustración Europea y el Despotismo Ilustrado,  287. 16º.-La Sal y el Barro de lo que fue un gran imperio,  304. 17º.-La guerra contra Napoleón y el drama de las dos Españas,  312. 18º.-Desde la Restauración Monárquica a la Segunda República,  341. 19º.-Lección histórica de España sobre Humanismo y Democracia, 359. 20º.-Mediocridad política, Guerra Civil y Caudillismo, 374. 21º.-Desde la llamada Democracia Orgánica a la Monarquía Parlamentaria, 384. 22º.-El desafío de los nacionalismos y otros particularismos ideológicos, 419. 23º.-Apuntes para una Democracia Española con mejor futuro, 434. Bibliografía, 466. 

jueves, 7 de abril de 2022

Por Alcorcón: LA CIUDAD DE DIOS Y LO MUNDANO

Por Alcorcón: LA CIUDAD DE DIOS Y LO MUNDANO:   Es el resultado de traducir en mensaje de amor y de libertad las más destacadas vivencias de un octogenario aprendiz de filósofo, que ha l...

sábado, 14 de noviembre de 2020

NI FRANQUISTAS, NI BOLIVARIANOS Y SÍ DEMÓCRATAS DE BUENA VOLUNTAD

 

Remedando tradicionales proclamas, hace ya cuarenta y cinco años, se pudo decir: ¡¡Franco ha muerto, viva la Democracia!! Claro que debió ser y puede ser una democracia con una sabia responsabilidad de los votantes como principal valor, lo que, de hecho, nos anima a todos a enfocar los problemas con soluciones adecuadas al momento en que vivimos y, hoy por hoy, no es el franquismo la mejor solución. Por demás, se lee en el Evangelio: “Dejad a los muertos que entierren a sus muertos”, lo que va contra los que no tienen mejor cosa que hacer que ejercer el oficio de desenterradores.  

Llegados al día de hoy, si, por franquistas, se entiende a los nostálgicos de Franco,  es considerado bolivariano,  no el que sigue las ideas originales de Simón Bolívar, llamado el Libertador de América,  sino todo aquel que, a la escucha de los decires a favor de la política seguida en la llamada República Bolivariana de Venezuela, siguen el magisterio de Hugo Chávez, el mismo que “asimiló” el bolivarianismo a su “Socialismo del Siglo XXI”, un revoltijo ideológico más de su propia cosecha que de los dichos de Bolívar, que, sin dejar de ser lo que, en Venezuela, entonces se llamaba un mantuano siempre se tuvo por el “hombre de las dificultades”. Consecuentemente, el bolivariano de hoy es más chavista e, incluso, más maduriano que fiel a la memoria de Bolívar, el cual, precisamente, marcó todas las distancias que pudo con todos los que no eran de su clase social.  

Para mayor conocimiento de causa, puede venir bien una ojeada a libros que, sin alharacas ni odios infundados nos previenen del renacimiento de trasnochadas e inconvenientes ideologías o que nos permiten conocer un poco mejor a personajes que, para bien o para mal, siguen influyendo en nuestras vidas a través de los que son lo que son a base de sus consignas y recuerdos.

Dicho lo dicho, no está demás el bucear en la historia para potenciar lo positivos de sus lecciones procurando no dejarnos guiar por los vendedores de humo, cuyo empeño principal es distraernos de las responsabilidades que nos hacen más fuertes y realistas, máxime cuando, en Democracia, lo que cuentan son los votos, sean emitidos con buena o mala voluntad; tanto peor, si lo que nos guía son los prejuicios ideológicos y no la clara idea de,  en cada caso, optar por lo mejor para el bienestar general según el tamiz de la buena voluntad.