LIBROS PARA ENTRETENER Y PENSAR

Para descubrir el sentido de tu vida, necesitas consultar a tu propia conciencia, desestimar todo lo que oscurezca tu libre visión y dejarte abrazar por la idea de que tu bien depende del bien de todos. Será entonces cuando percibirás un destello de la luz que necesitas hasta llegar a comprender que la libertad, a la que aspiras se alimenta del amor universal. “Ama y haz lo que quieras” es la consigna que se tomó para sí mismo San Agustín, un hombre que amó mucho en todos los órdenes de la vida terrena hasta que descubrió aquello de que “nos creaste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descansa en Ti”.

viernes, 1 de diciembre de 2023

GUERRA Y PAZ ENTRE HERMANOS

 

GUERRA Y PAZ ENTRE HERMANOS  es, ni más ni menos, descarada copia del GUERRA Y PAZ de León Tolstoi, insuperable testigo de su tiempo, al cual escandalizó el hecho de que Napoleón Bonaparte, un “pobre hombre” (en el peor sentido de la palabra), se hubiera atrevido a desafiar a la Madre Rusia. Al respecto nos dice el señor Urueta:

León Tolstoi, en el epílogo de su novela Guerra y Paz, razona sobre la excesiva importancia que los historiadores de su época daban a los protagonistas de la Historia, a sus decisiones, a sus aciertos y errores. Ve más conforme a la lógica que estos personajes son condicionados por la conciencia de los pueblos, las masas de personas que se mueven a impulsos de multitud de vínculos comunes, casi infinitesimales, que son variables y sensibles a los cambios naturales y científicos.

Pero, entre los millones de pequeños acontecimientos que generan e impulsan los siguientes, no todos poseen la misma fuerza determinante. Los hay más pujantes que otros, los hay autodestructivos y los hay expansivos.

Desde el punto de vista histórico, la identidad de un país no es un concepto exento de contenido. Lo tiene porque emana de identidades que cabe observar en conjuntos menores, hasta llegar al individuo. Igualmente, el concepto belleza, aunque se dice relativo, no por ello deja de ser fácilmente sentido. Los antiguos asociaban belleza con verdad y ésta, a su vez, con conocimiento; yo me conformo con armonía, veracidad y opinión.

Iniciando el análisis a partir de estos conceptos, la extrañeza de que España dominase gran parte de América durante tanto tiempo está relacionada con la impresión que produce nuestro país cuando se compara con naciones al norte de los Pirineos. En la armonía y la belleza son figuras esquivas, púdicas y huidizas, a diferencia de los países al norte de los Pirineos, donde es la fealdad la que se esconde y avergüenza.

Del mismo modo, la Historia de España abunda en episodios, crueles y fratricidas. Los aspectos precursores y solidarios se encuentran en rincones; como arrumbados. Un historiador proveniente de otra galaxia, se detendría a estudiar con más detalle los acontecimientos ocurridos en Hispanoamérica y su relación con la Metrópoli, que a las peleas internas y, en cierto modo, domésticas, ocurridas en la piel de toro.

Si fuera cierto, como creo, que España, ha sido un país menos rico y avanzado en investigación que los situados al norte de su frontera, también lo sería que, en términos de sabiduría política y gestión de territorios, España fue superior a sus vecinos hasta finales del siglo XVIII. Esta disparidad entre ciencia y administración produce un efecto de deslumbramiento en el observador, un sentimiento de sorpresa y hallazgo, tanto más sensible cuanto mayor es el contraste.

Ocultos en el devenir histórico que va desde el Descubrimiento de América hasta la segunda década del siglo XIX, hubo elementos de política creativa con suficiente poder de cohesión para mantener unido ese conjunto de pequeños acontecimientos de que hablaba Tolstoi. Era preciso que el tejido de hilos iguales y alineados mostrase, de vez en cuando, las líneas imaginadas por el sastre responsable de la vestimenta, desaliñada para unos y manto de púrpura para otros.

Me apresuro a añadir que el resultado de mis pesquisas podría parecer una osada simplificación, además de discutible. Pero, al igual que toda metáfora ofrece algo de lúdico y sociable, así la recreación de los movimientos de la Historia invita a expresar nuestras opiniones cuando no coinciden con lo que leemos.

Poco o “mucho” que añadir,  sino es invitaros a leer el libro “¿Por qué duró tanto la presencia de España en América”,  luego de echarle una ojeada al presente que, como habéis visto, lleva por título GUERRA Y PAZ ENTRE HERMANOS.


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